Fado es vida. Fado es Portugal. Cara y cruz. Eterna Saudade.

Fado es vida. Fado es Portugal. Cara y cruz. Eterna Saudade.

Verónica Martín León

Como un faro que, a ratos nos da su luz, a ratos nos la quita. La vida es Fado. Una fuerza de la naturaleza corre como emoción líquida por la garganta de Fábia Rebordão. Fado es un confesionario siempre compasivo que suprime sus dolores más profundos, y al mismo tiempo, surte su vida de paz y alegría. Porque todo eso es esta música con identidad propia y multicultural, es destino o fatum, con todas sus luces y sombras mezcladas en un cóctel que embriaga y empapa el alma. Fábia Rebordão, jamás imagino dedicarse a ninguna otra cosa que no fuera cantar.

Educada en géneros musicales variados como el Flamenco, la Samba, el Tango, el Blues o la Morna, el género musical por excelencia de Cabo Verde, a los 14 años se topó frente a frente con el Fado y le entregó su corazón.

Desde entonces, lo respira y llora, como ella misma dice. Su trabajo madura con el tiempo, como lo hace la vida, las personas o los sentimientos. A esa evolución se entrega inmensa y totalmente, con esa convicción de que su música es como el buen amor o el vino, que mejoran año tras año. El Fado es interactivo, según ella, porque en cierto modo no sólo involucra a quién canta, además quién escucha está presente en ese halo volátil de sentimiento que envuelve todo el escenario.

Escuchar a Fábia es adictivo, con esa voz dulce y sólida, nada vacilante y a la vez, etérea como nubes de algodón, eleva esta música a un puesto merecido entre tradición y modernidad.

Si amamos Portugal es porque sus calles, su idioma, su gastronomía y sus gentes nos conducen a ese paraíso de emoción pura, humilde y hermosa del que nunca nos cansamos. La música de Fábia Rebordão es otro de los caminos que nos lleva sin remedio a ese paraíso. Su voz es volver a casa tras un día de lluvia, a los brazos de mamá al final de un mal día, a los besos del siguiente amante después del anterior desengaño. Herida y bálsamo. Luz y sombra. Nostalgia y esperanza. La vida es inmensa. Lo contiene todo. La voz de Fábia Rebordão, también.