Un Mundo Violento
Un Mundo Violento
Dra. Sabina Goralski Filonov
La Violencia por su parte, de aspecto muy sombrío, viene acompañada de su séquito: la Muerte, la Maldad, el Odio, el Miedo y la Venganza, acude vestida con ropaje oscuro, del color de las tinieblas, su túnica larga está hecha jirones apreciándosele lodo adherido, sus manos de dedos descarnados, manchados de sangre fresca permanentemente, amedrentan al mortal más valiente; sobre su cabeza porta una corona del ébano más negro, tallada en forma de cinco calaveras, queriendo representar su dominio sobre los cinco continentes de la Tierra, su collar está hecho de decenas de dientes humanos, su bastón de mando, también en su extremo superior, termina en una calavera auténtica, así como su cetro.
La Violencia de porte esquelético desprende un olor a putrefacción, tiene una faz de rasgos angulosos, sus ojos oscuros y brillantes como ascuas de carbón, son una ventana a los abismos más profundos, a los infiernos más crueles, su mirada fría y esquiva, fiera e inmisericorde, adelanta toda clase de desgracias.
Entonces la Paz se dirige a la Violencia,
La Violencia visiblemente molesta, con su voz cascada, le contesta a la Paz,
-Sabes que eso es imposible, es imposible que reines Tú sola, mira al Mundo, fíjate, Yo soy la Reina, Tú no tienes posibilidades de reinar como yo, la Humanidad está y estará siempre de mi parte, de por sí, ellos siempre me eligen como su reina. El ser humano lleva implícita mi marca. Me prefieren a mí, más que a Ti, pero a pesar de ello, te daré una oportunidad. Juguemos una partida de ajedrez, y quién gane, cederá a la ganadora su parte. Sé que mi parte de reinado es proporcionalmente mayor que la Tuya, pero ya que me interesa ser la única e indiscutible monarca en el mundo, juguemos esa partida.
La Paz comprende en ese momento que tiene una única ocasión de cambiar el Mundo, de erradicar la Violencia para siempre, y acepta el reto. Piensa y confía en que puede ganar esa partida. La Paz llama a sus seguidores, entre los que se encuentran el Amor, la Esperanza, la Fe y la Caridad además de la Felicidad, y les pide que traigan un tablero de ajedrez. La Violencia se opone, le dice a la Paz que ella es quien debe elegir el tablero y las piezas ya que reina mayoritariamente en el mundo.
Finalmente la Paz acepta con la esperanza de ganar. La Violencia avisa a su vez a sus seguidores para que traigan el enorme tablero de ajedrez de mármol blanco y negro donde se observa que todas las figuras tamaño natural, están vivas.
La Violencia se dirige a la Paz,
-Tengo una última condición, cada vez que pierdas un peón o una figura, será sacrificado de inmediato, significará su muerte.
La Paz muy preocupada por la inquietante condición de la Violencia, acepta muy a su pesar, piensa, cree y espera ganar. La Violencia propone jugar ella con las negras, así la Paz jugará con las blancas.
Comienza la partida, la Paz se concentra en sus movimientos pudiendo al principio ganar dos peones a quienes les salva la vida, después consigue ganar tres peones más y un caballo. También les perdona la vida. La Violencia elimina un caballo de las blancas al cual ordena ejecutar inmediatamente, el tablero queda ensangrentado, comienza a percibirse el típico hedor de la muerte.
A la Paz le saltan las lágrimas, está aterrada por el espantoso espectáculo, le produce horror pensar que sus peones y figuras corran la misma suerte. Se esmera, se concentra, pero comienza a ocurrir lo inevitable, empiezan a caer otras fichas a favor de la Violencia, sucediéndose más muertes, más ejecuciones. El tablero es ya un gran charco de sangre, donde las figuras restantes chapotean, el olor es nauseabundo.
El séquito que acompaña a la Violencia aplaude enérgicamente, con entusiasmo.
En ese momento la Violencia vuelve a dirigirse a la Paz,
-Lo ves? No puedes reinar tu sola, con tan solo el caballo eliminado, he conseguido que hayan disputas y agresiones en las familias, entre hermanos, esposos, padres e hijos, con cada figura de las tuyas que cae en mis manos, consigo que se genere más violencia, consigo que haya más discusiones y peleas, así cuando caigan en mis manos los alfiles, el caballo que queda y las torres blancas, conseguiré todavía más, que hayan más asesinatos en la Tierra, más violencia de género hacia mujeres, niños y ancianos. Más acoso laboral, más violaciones de los derechos humanos, más tortura y muerte. En fin, sé que te ganaré.
La Paz se da cuenta que va a perder la partida, que ganará la Violencia en el Mundo, se defiende con todas sus fuerzas, su angustia y desesperación son indescriptibles, su dolor aún mayor, se emplea a fondo, utiliza todos sus conocimientos y experiencia, pero sucede, sucede lo que menos esperaba la Paz, jaque a la reina blanca, la Violencia advierte a la Paz “gardez la dame”, protege a tu reina, la Paz no tiene salida, pierde a la reina blanca que es decapitada ante los ojos atónitos de los partidarios de la Paz oyéndose los estruendosos aplausos y vítores de los partidarios de la Violencia.
La Violencia habla nuevamente,
-Te das cuenta Paz? Te he vencido una vez más, con la reina blanca eliminada he conseguido que los Cuatro Jinetes del Apocalipsis se paseen libremente por el planeta, que haya más guerras, incluida la guerra preventiva, además consigo que haya más venta y tráfico de armas, material bélico de todo tipo, armas químicas y biológicas de destrucción masiva, la última modalidad es el Covid19, el rearme nuclear de determinadas potencias, el tráfico de seres humanos y animales, el narcotráfico. ¡Pobre de Ti ilusa! Como te has creído que podrías ganarme.
Para mayor desgracia de la Paz llega inevitablemente el momento final: jaque mate al rey de las blancas, quien al igual que la reina blanca es salvajemente decapitado por los secuaces de la Violencia. Se escuchan golpes y gritos de triunfo desde el séquito de la Violencia, acaba la partida.
La Violencia con la mayor arrogancia, prepotencia y soberbia imaginables, sumamente complacida le dice a la Paz,
-Muy bien Paz, ya has visto y comprobado que te he ganado, has perdido a tu rey, con ello he conseguido que hasta la Naturaleza se ponga de mi parte. La violencia del maremoto en Asia, no tiene precedentes conocidos en número de víctimas, he conseguido borrar de la faz de la Tierra casi medio millón de vidas. Hay que sumar las víctimas de terremotos, huracanes y ciclones, inundaciones y erupciones volcánicas, perjudicados por los cambios climáticos y cósmicos. Como verás, debes ser realista, el Mundo le pertenece a la violencia y a los violentos, donde prevalezco Yo, Tú no tienes nada que hacer, por lo tanto debo ser la única reina. La Paz consternada con gran dolor de su corazón y lágrimas en sus ojos le dice a la Violencia desesperada con su voz quebrada por los sollozos,
-Reconozco que me has ganado, ya sé cuál ha sido nuestro pacto y lo respeto, pero aún así, concédeme como perdedora un último deseo: que la Humanidad tenga la oportunidad de elegir entre Tú y Yo, que sean Ellos los que trabajen por la Paz, los que me convoquen, que no impongas tu imperio a la fuerza, aunque esa sea tu naturaleza. Permaneceré alejada de la Tierra, solamente cuando los humanos me convoquen acudiré. Justo es que des una oportunidad para la Paz en el Mundo.
La Violencia con suma condescendencia le replica,
-Así sea, por esta vez seré generosa, te concedo ese último ruego tuyo, pero con la condición de que solamente los hombres de buena voluntad y buena fé podrán de forma constructiva y desinteresada, hacer el llamado a la Paz.
Y así fue como la Paz, triste y apesadumbrada se alejó de la Tierra, quedó en manos de los hombres, de los hombres de buena voluntad hacerla regresar a este planeta, a nuestro mundo, un mundo cada día más azotado por todo tipo de Violencia.
La Guerra, el Hambre, La Peste y la Muerte dominan e imperan en nuestro Mundo.
Dra. Sabina Goralski Filonov
Médico y escritora
Sabina Goralski Filonov, es licenciada en Medicina y Cirugía, especialista en Otorrinolaringología, prestó servicios como médico adjunto, en el Hospital Universitario Nstra. Sra. de La Candelaria hasta su jubilación. Previamente trabajó en el Hospital Universitario de Canarias. Miembro de la Sociedad Española de Otorrinolaringología. Máster en Dirección Médica por el Instituto Carlos III. Ha desempeñado responsabilidades en otras áreas como Presidenta del Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia del Gobierno de Canarias y Presidenta de la Hermandad de Donantes de Tenerife ya extinta.