Te quiero, Las Palmas
Te quiero, Las Palmas
Relatos
Verónica Martín León
La primera vez que fui a Las Palmas tenía unos 19 años. Vivía en Madrid en aquel momento, que me parecía una ciudad vibrante y divertida. Teniendo en cuenta, que sólo había vivido en Tenerife hasta entonces, Madrid venía a ser para mí como Nueva York para uno de California, supongo. Distinto, pero apasionante.
Alguien me invitó a pasar unos días en Las Palmas el primer verano que vivía en Madrid y volé para allá. Con los años hay escenas pasadas que se borran totalmente de tu cabeza, pero otras se graban, tal vez porque van asociadas a una emoción intensa. Recuerdo pisar la ciudad y tomar un taxi. Mientras me acercaba a mi destino, sentí un flechazo.
Me pareció que la ciudad emanaba un latido cardíaco rítmico, hipnótico que me atrapaba detrás de las ventanillas del taxi. Pensé: “maldita sea, me voy a enamorar”. Una de mis predicciones cumplidas.
Desde entonces, he estado muchas veces, tantas, que he perdido la cuenta y me sigue fascinando. El encanto de Las Palmas está más allá de la Playa de las Canteras o Vegueta, aunque sean sitios mágicos e imprescindibles para el visitante. La ciudad es de las menos aburridas que conozco y si piensas que sí, la conoces poco y mal.
Sería demasiado largo explicar mis lugares favoritos de la ciudad, así que nombraré tres. Vamos allá:
1. El Confital
Esta playa es una prolongación natural de Las Canteras. Es un rincón que ha ido recuperando el valor que se merece. Maravillosa para pasear, desconectar o conectar.
Es el lugar al que algunos amigos van solo para charlar y otros hasta para cerrar negocios y tratos.
El truco es la energía que este espacio desprende. No se puede explicar, hay que sentirlo. También puedes darte un baño o hacer surf. Yo me llevo café y simplemente miro el mar.
2. – Triana
Sí, ya sé que para muchos será solamente una calle comercial. Y por supuesto, es muy conocida. ¿Solo yo noto esa vibración llena de buen rollo en Triana? En vez de mirar hacia las tiendas, sube un poco la vista.
La calle está sostenida por inmuebles vintage, antiguos y pintorescos. Es un recorrido por la historia de la ciudad.
Recomiendo perderse por algunas de sus calles o callejuelas adyacentes. Se encuentran sitios conocidos y no tan conocidos donde se come muy bien.
3. – Ciudad Jardín
Tardé tiempo en descubrir Ciudad Jardín. Es un barrio residencial de la ciudad.
Su idiosincrasia reside en su arquitectura racionalista, en la belleza de sus inmuebles, tanto así que algunas asociaciones culturales organizan rutas por el barrio.
Se planeó en los años 20 y luego su arquitectura y estructura se extendió al resto del archipiélago canario. Vale la pena una tarde de recorrido urbano por sus calles.
Las Palmas posee más espacios por visitar y descubrir. Callejear por la ciudad y perderse es un arte. Suelo acabar el día en la ciudad viendo atardecer en Las Canteras.
Una de las playas urbanas más hermosas. Los atardeceres allí son un cóctel de dorados, especialmente en esta época del año. Sentada en un banco bañada en dorado, suspiro y pienso: “Te quiero, Las Palmas”.
Verónica Martín León
www.cafedelaalegria.com
Comunicadora. Bloguera. Contadora de historias.