Proyecto Multidisciplinar “Faroluz”

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Faroluz
Proyecto Multidisciplinar

Felipe Juan Pérez Reyes

Si un faro es una torre alta situada en las costas, que lanza un intermitente rayo de luz para orientar a los navegantes, Felipe Juan se hace guiar por esa fuerte y potente luz para convertirse en vehículo que dirige sus sentimientos a través de un sinfín de toques cromáticos y el empleo de una técnica mixta, que acercan su obra a la abstracción o pura expresión universal.

En sus últimas series Felipe Juan hace uso del empleo de las apariencias sucesivas, un recurso que tanto explotaron algunos impresionistas, pero en esta exposición no se trata de variaciones lumínicas sino de alteraciones de los elementos que rodean al faro, que es el aparente tema principal y sirve de hilo conductor.

El referido elemento físico se convierte en la excusa para desarrollar todo un mundo de color y fantasía, en donde se encuentran tonalidades cálidas con frías, una gran generosidad a la hora de empastar y cierto automatismo psíquico subrayado por la puntual colaboración de una mano infantil, su hijo Amado. Por otro lado, hallamos elementos presentes en sus series anteriores: empleo de colores primarios, la vegetación y la infraestructura de juegos infantiles entre otros, elementos que ya forman parte de su ideario artístico y que han logrado conferir un sello muy peculiar a su obra pictórica.

El faro es un elemento con el cual el propio canario, por su singularidad costera, está familiarizado y, aunque no sea el diseño del faro canario su fuente de inspiración, Felipe Juan no ha estado ajeno a esa realidad, con buenos ejemplos por todas las costas del archipiélago desde mediados del siglo XIX hasta la actualidad.

Live Diferent

Debo subrayar la enorme creatividad que envuelve al autor, la cual le permite desarrollar esta ingente producción anual, impregnando a cada una de sus obras de un sello personal que las hace únicas e irrepetibles y haciendo de su estilo algo casi imposible de encuadrar.

Con esta nueva exposición Felipe Juan vuelve a dar un salto cualitativo en su evolución pictórica, sorprendiéndonos con innovaciones técnicas pero, esencialmente, con su gran creatividad, al compartir su estado de ánimo con el espectador a través de un lenguaje universal carente de palabras.

Pedro Andrés Naranjo Jiménez
Ldo. Historia del Arte. Universidad de Granada · Director del IES José Arencibia Gil.

Cuento El Faro y La Sirena

Existen las sirenas, yo las he visto en las noches oscuras dentro de las tormentas que atormentan al farero, cuando no hay luna y el cielo cae sobre la mar . Hay sirenas grandes y otras muy pequeñas que cabalgan los hipocampos.
Una vez y sobre una ola enorme que rompió el barandal de hierro , cayó una sirena dorada sobre la explanada del faro ciego de niebla y calima marina.

Como no había luna y yo dirigía la luz de la torre hacia el horizonte , vi como aquel cuerpo se hundía en la noche y tenuemente brillaba . Bajé entre bramidos de olas y vientos y la arrastré hacia adentro.

Cuando abrió los ojos, quiso arrancarme la piel con sus dedos de espinas . Su rostro era muy hermoso del color de las perlas y sus labios musitaban una melodía suave . Estaba exhausta ; yo le dí el beso de la vida.
Salió el sol y disipó la tormenta, cuando desperté , fui en su busca y ya no estaba ; en su lugar , una moneda de oro puro tal vez de un pecio hundido. Cuando yo la tengo entre mis dedos escucho aquella melodía suave , ahora frente a la mar calma y en el conticinio de la madrugada.

Javier de La Rosa

Poema «Romance de Penas del Faro Almenado»

Con la sed, héteme aquí.
Prisionero impar
de esta celda azul.
¿ A qué tanta falacia
acuchillada de cielo?
Gritado estoy como Gólgota
en mis muelas de granito,
¡ mis almenas marineras!
donde muerdo el canesú
a las últimas lenguas
ciegas, al borde del sur.

La noche está alicatada
de cuernos acuáticos
con una ennatada espuma
para un viudo toro trágico.

Y me lleno de marea,
frío y acantilado,
me lleno con embestidas
¡ y un mugido de naufragio!
Una sonata de encinas
un golpe descamisado.
Más esposo de mis rocas
que novio de tus redes.

Como bailo la peonza
como la mimo en la mano.
Porque mío es este vals
degollado y lumínico.
Porque tuya es la harina
del dolor iridiscente,
del molino de mis penas
que muele las mieses
nevadas, de tu muerte.

Un testamento infinito
añorando barcarolas,
como unicornio convicto
excitado por la sal.

José Ángel Rodríguez

Mi obra pictórica es una obra simbólica, algo surrealista y constituye un canto a la Naturaleza y a la Luz, aquella que nos rodea y ante todo, lo que se encuentra en nuestro Interior.

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