LA PIEDRA DEL PASTEL

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LA PIEDRA DEL PASTEL
Isatis tinctoria

Fátima Hernández Pérez

Barlovento

Barlovento

La hierba pastel (Isatis tinctoria —ocasionalmente conocida como áspide de Jerusalén—) es una planta tintórea que tuvo mucha importancia en Canarias sobre todo a principios del siglo XVI. Las hojas de pastel se molían, y tras reducirlas a una pasta, se secaban para formar unas bolas llamadas cocagnes (pasteles) de las que se extraía el colorante. La exportación de este tinte enriqueció al Archipiélago, pero la introducción de cultivos más rentables como la caña de azúcar y la vid, hicieron que paulatinamente fuera desapareciendo.

Tahona

Tahona

Las codiciadas cualidades colorantes del azul pastel, que también se usaba por sus propiedades medicinales y cicatrizantes desde la antigüedad, fueron detectadas en el siglo XV en la región francesa de los Midi-Pyrinées.

Tahona

Tahona

Hoy en la localidad francesa de Lectoure existe un taller, único en el mundo, en el que aún se obtiene el azul pastel de forma artesanal. Julio César al referirse a los britanos expresaba que se teñían con este color, por parecer a sus enemigos más feroces: «En verdad todos los britanos se tiñen con yerba pastel, que les produce un color azulado y con ello tienen un aspecto más horrible en la guerra».

En el barrio de Las Cabezadas (Barlovento), se conserva la solera o muela «yacente», pieza sobre la cual se prensaba la hierba pastel en un antiguo molino o ingenio. Se trata de una piedra de forma circular, de 1.85 metros de diámetro aproximadamente, la cual posee en su centro un agujero de forma cuadrangular, por la cual implantaba el árbol, una viga que la fijaba al suelo.
Piedra Del Pastel

Piedra Del Pastel

Este ingenio fue construido por el conquistador valenciano Miguel Martí, y básicamente es lo que se define como una tahona. Las tahonas, también llamadas molinos de sangre, funcionan a través del movimiento que ejerce un animal o la fuerza humana al empujar una viga de madera, insertada en otra viga colocada verticalmente y que acaba en punta sobre el suelo, a modo de punzón, uniendo todo el mecanismo (árbol y eje) que posibilitaba que un movimiento circular continuo, accionando el rollo de moltura. La piedra de rodamiento vertical (el rollo o muela) giraba sobre la pila o pileta, dentro de la cual se introducía la hierba y en cuyo fondo se encontraba la solera o muela «yacente».

La hierba pastel, Isatis tinctoria

La hierba pastel, Isatis tinctoria

Así, se puede considerar que esta muela constituye un testimonio singular de la cultura canaria, ya que la misma es una de las piezas de este tipo ingeniería industrial agrícola más antiguas que se sustentan en Canarias, con más de 500 años de antigüedad.
La hierba pastel, Isatis tinctoria

La hierba pastel, Isatis tinctoria

El cultivo de esta planta, introducida en Azores y Madeira desde Francia, recaló en Canarias debido a la importante colonia procedente de las islas portuguesas que se asentó en nuestro Archipiélago. Los meses de plantación eran febrero o marzo y su recolección, que daba tres cosechas, se hacía la primera en junio o julio, la segunda entre agosto y septiembre y la última a principios de noviembre, siendo esta última la mayor de mayor producción. Después la planta se arrancaba y se alternaba con trigo, o bien se repetía pastel. El historiador, sacerdote y humanista micaelense Gaspar Frutuoso (1522-1591), nos reportaba como se introdujo en aquellas tierras lusitanas: «Esta isla de San Miguel (Azores) tiene tan gruesa y fértil tierra, que por el gran rendimiento de ella se puede llamar mina de oro, principalmente por lo que rinde en pastel que da, cuya semilla dicen que mandó traer (en torno a 1475) de Toulouse, de Francia, y las piedras de los ingenios para molerlo».

La hierba pastel, Isatis tinctoria

La hierba pastel, Isatis tinctoria

El pastel se obtiene del cultivo de la planta cuyas hojas son ricas en glucósidos de indoxilo, de los cuales la sustancia colorante, el Índigo o indigotina, es un derivado tintóreo con el que se consigue la tonalidad azul.
La hierba pastel, Isatis tinctoria

La hierba pastel, Isatis tinctoria

Las «labores propias de una tierra de pastel», eran: escardar, coger, moler el pastel y «embollarlo». Para ello, una vez recogidas y lavadas las plantas, se trituraban y se fermentaban, consiguiéndose cinco tonos, que iban desde el azul naciente —el más claro— hasta el azul infierno —casi negro—.

Entre los primeros repartos hechos en Barlovento, consta en 1518 los que recibió Miguel Martí: «El Adelantado Don Alonso Fernández de Lugo dio en repartimiento merced a Miguel Martí de 100 fanegas de tierra de monte en Barlovento.
La hierba pastel, Isatis tinctoria

La hierba pastel, Isatis tinctoria

También se le concede un término en la laguna de Regián donde Martí hizo un ingenio de pastel o yerba gualda (1518)». Miguel Martí edificó un molino para hacer tinte de esta planta en Las Cabezadas, que se exportaba a los centros manufactureros de Inglaterra, Flandes y Sevilla y además construyó un camino para poder comercializar la producción, cuya senda partía desde el Barranco de la Herradura, desde las Vueltas de Guerrero: «en ingenios de bestia, a los que llevaban el pastel en setos, que son en el barranco de la Herradura, en una Fajana por donde Miguel Martí hizo un camino para su ingenio de pastel, que se dice Las Vueltas de Guerrero (1564)».

La hierba pastel, Isatis tinctoria

La hierba pastel, Isatis tinctoria

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Según cuenta la leyenda, a finales del siglo XIX, un paisano natural de Barlovento fue a buscar su porvenir al puerto de La Habana (Cuba), aconsejado por una adivina que le indicó que su providencia estaba en aquella bahía, que no debía de abandonar por ningún motivo. Tras pasarse años deambulando entre los fondeaderos, tabernas y tras indagar entre navegantes y mercaderes, el desconcertado indiano no había conseguido encontrar ningún indicio que le guiara hasta la ansiada riqueza agorada por la sibila, hasta que un día se encontró con un personaje que después de acecharlo durante todo este tiempo le preguntó que hacía deambulando por aquel lugar sin tener un rumbo fijo.

El barloventero le explicó su historia al otro personaje, el cual, sorprendido, le respondió que le habían predicho que su futuro se encontraba en lugar de isla de La Palma, en un pueblo que se llamaba Barlovento, debajo de una gran piedra de molino donde se encontraba un tesoro.
La hierba pastel, Isatis tinctoria

La hierba pastel, Isatis tinctoria

El barloventero sin mediar palabra corrió en busca del primer navío que partiera hacia La Palma, y, según se apunta, tiempo después la Piedra del Molino apareció desplazada, encontrándose un agujero donde se encontraba la misma, con cristales rotos de un garrafón que contenía un tesoro.

La hierba pastel, Isatis tinctoria

La hierba pastel, Isatis tinctoria

Referencia: [Concepción García, Horacio. Historia de Barlovento (1493-1918). Isla de La Palma: Ayuntamiento de Barlovento, 2018].

Fátima Hernández Pérez

Me gusta mostrar al Mundo desde esta revista lo que a mi me enamora y poderles contagiar a cada uno de ustedes que me leen en este momento el amor a mi tierra.

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