La huella y el ingenio de Gaudí en la Catedral de La Seu de Palma
La huella y el ingenio de Gaudí en la Catedral de La Seu de Palma
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Declarada Monumento Histórico-artístico, la Catedral de Mallorca -también conocida como La Seu-, está catalogada como uno de los templos más recocidos del mundo en estilo gótico y constituye uno de los enclaves más espectaculares de Palma.
Muchos la llaman la “Catedral de la Luz” y razones para ello no faltan.
Visitar este imponente templo es toda una experiencia ya que desprende una belleza extraordinaria a primera vista. Una oportunidad de dejarse sorprender por la elegancia de sus formas, sus esbeltas columnas y sus juegos de luces.
Ubicada en lo que fue la antigua ciudad romana, la Catedral de Mallorca comenzó a construirse en el año 1.229, hace cerca de 800 años, tras la conquista de la isla por la Corona de Aragón. Por orden del rey Jaime I, se construyó un gran templo dedicado a Santa María, aunque la construcción de “La Seu” finalizó en 1.601 y ha sido restaurada en diferentes ocasiones.
Entre los trabajos llevados a cabo, uno de los más destacados ha sido la obra realizada por el artista Antonio Gaudí, que aportó una gran dosis de su gran ingenio a este monumento imperdible de la capital balear.
Ordenó abrir los ventanales de la catedral con el fin de aumentar la iluminación natural y crear así un clima más adecuado para la oración.
Gaudí también se encargó de la eliminación del retablo mayor gótico, la incorporación al presbiterio de la sede episcopal y de la iluminación del espacio a base de ventanales de cristal, luz artificial y candelabros.
Pero, sin duda, la marca gaudiniana más clara está en las 35 lámparas de latón que cuelgan de la corona iluminando el altar y a las que se une un tapiz brocado de tema eucarístico que se proyecta oblicuamente sobre los fieles.
Gaudí llevó la iluminación eléctrica a La Seu
En todo este proyecto el arquitecto entendió que era fundamental hacer una instalación eléctrica en la catedral, ya que muchos de los lugares de Palma contaban con iluminación de este tipo desde 1903. El 6 de junio de 1912 se inauguró definitivamente la obra conjunta en la que colaboró el ingeniero mallorquín Felicià Fuster con un alumbrado que no dista mucho de lo que hoy podemos ver: innumerables bombillitas que al encenderse dejan a sus visitantes boquiabiertos y lámparas en las columnas que rompen con la verticalidad del templo.
La Seu es un homenaje a la luz, a la natural, sí, pero también a la eléctrica.
Durante sus estancias en Mallorca, Gaudí realizó otros trabajos menores, como la restauración de la capilla de San Bernardo, el diseño del pavimento de la iglesia parroquial de Pollença o reformas en el propio Palacio Episcopal. Su huella por la isla hoy es visible en todos estos lugares, en especial en La Seu, donde antigüedad y modernidad conviven en una de sus obras más desconocidas.
Información:
http://www.visitpalma.com
https://www.catedraldemallorca.org/es/
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