La Graciosa y su entorno

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La Graciosa y su entorno

Fátima Hernández Pérez

“Después de haber visto desde la orilla del Risco de Famara a la más rubia del Archipiélago Chinijo, se nos hace la boca agua, pensando en sus playas doradas, sus plácidas casas tendidas en el lienzo ocre arenoso o en el mar turquesa que la acaricia. Esta isla es para viajeros especiales, sensibles, que saben disfrutar de la naturaleza, del silencio, de la belleza, y cómo no del sol y de playas solitarias”.

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La Graciosa, aunque el origen del nombre es desconocido, quizás se deba a los fascinantes colores de sus playas y montañas volcánicas y a cómo cambian desde que amanece hasta que desaparece la luz, pintando un paisaje diferente, que evoluciona desde distintos matices de rojo, amarillo a toda la gama de marrones y ocres. Para quien busca un lugar diferente esta encantadora Isla está hecha a pedir de boca. Es una isla llana, donde destacan cuatro conjuntos volcánicos bien diferenciados, siendo el complejo de Las Agujas, con sus 266 metros de altitud, la máxima cota. Es el segundo asentamiento humano que colonizó La Isla de La Graciosa hoy transformando en un exclusivo y privilegiado núcleo vacacional. Los fundadores de Pedro Barba llegaron en una segunda oleada de familias, que decidieron seguir el ejemplo de los habitantes de Caleta del Sebo.

Desde los años treinta hasta los sesenta del siglo XX, esta pequeña aldea de casas bajas, de muros gruesos, de luz exuberante y de mar generoso se transformó en un lugar paraíso hacia donde se dirigió la emigración lanzaroteña.

Caleta del Sebo es un conjunto de casas blancas y calles de arena es la estampa que ofrece la capital de la Isla más oriental del Archipiélago Canario. La Graciosa está situada cerca de uno de los bancos de pesca más ricos del mundo, y ésta es la a principal fuente de ingresos de sus habitantes. De hecho ese fue el motivo por el que se fundó Caleta de Sebo a mediados del siglo XIX.

Reserva Marina

La Isla de la Graciosa y los islotes de Alegranza, Montaña Clara, Roque del Este y Roque del Oeste, se enmarcan dentro de la Reserva Marina del Archipiélago Chinijo, la mayor reserva marina de Europa y un área de excepcional valor paisajística.
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El Archipiélago Canario presenta condiciones inmejorables para el submarinismo, su posición geográfica le sirve como puente entre las especies del Atlántico y Mediterráneo por un lado, y las de las aguas tropicales del Caribe, por otro. Uno de los factores determinantes de la buena pesca en esta zona es la temperatura de las aguas, así como el clima. Las capturas más frecuentes son los túnidos, bonitos, raviles y con estos llegan los tiburones. Las diferentes

especies son capturadas con cebo artificial a diferencia de los tiburones y serviolas en las que se utilizan carnada previamente capturada con los señuelos anteriores.

En las aguas próximas a La Graciosa podemos encontrar:

MARLIN BLANCO Y AZUL – La pesca del Marlín Blanco se hace al curricán con cebo artificial tipo pulpo y la técnica para el azul es similar a la del tiburón. Su peso medio oscila entre los 20 y los 60 kilos. Los marlines blancos y azules se devuelven al mar, la mayoría de los clubes de La Graciosa colabora con la Billfish Foundation para el estudio de esta especie.

SERVIOLA – Se pesca al curricán lento con carnada de guja y otras especies similares, su peso oscila entre los 10 y 50 kilos, se captura a poca profundidad y cerca de los islotes.

DORADOS, PATUDOS O BLUEFIN, TUNA BIG EYES – Estas especies se capturan al curricán, con cebo artificial tipo pulpo. Su peso está entre los 20 y los 150 kilos.

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Alegranza

Desde la Isla de La Graciosa se pueden hacer excursiones a los Islotes que pertenecen a la Reserva Marina y admirar un paisaje bellísimo que aún permanece intacto. Estas excursiones suelen detenerse en alguna de las fabulosas playas donde podemos maravillarnos con los fondos submarinos, deslizarnos por divertidos toboganes o pasear en una banana gigante. En las excursiones suelen estar incluido el almuerzo, que bien puede ser una energética y suculenta paella acompañada de una refrescante sangría o algún plato típico de la Isla. Sin duda estas excursiones nos ofrecerán la posibilidad de ver otras panorámicas de los Islotes menos accesibles que son absolutamente sorprendentes.

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Me gusta mostrar al Mundo desde esta revista lo que a mi me enamora y poderles contagiar a cada uno de ustedes que me leen en este momento el amor a mi tierra.

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