Juan Cruz Ruíz: “El periodista que vino del Puerto”

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Juan Cruz Ruíz: “El periodista que vino del Puerto”

Mónica Jorge

“Muchas veces me pediste que te contara esos años en La Azotea o en La Playa del Horizonte, Una historia pendiente en El territorio de la memoria… cual Crónica de la nada hecha pedazos, ojalá Octubre traiga El canto del cisne, La foto de los suecos y El sueño de Oslo. Como El niño descalzo con Exceso de equipaje, Toda la vida preguntando mientras contempla Un retrato de humo, el Retrato de un hombre desnudo ”…

Periodista desde los trece años, en el semanario “Aire libre” ¿Ya tenías ya tan clara tu vocación?

Bueno, es que yo no creo que sea una vocación, es más bien, una respiración.Yo respiré periodismo muy pronto, yo creo que hace ahora sesenta años que yo sentí que el periodismo entraba en mi vida, lo que pasa es que en ese momento a lo mejor, yo no me daba cuenta. Pero fue en esa época además que hubo unas grandes inundaciones en la isla de La Palma que mi madre recibió un recorte de periódico en casa y ella lo leía conmigo, lo que venía en el periódico y trataba de ese suceso del que se cumplen ahora sesenta años y del que se está haciendo eco la prensa isleña estos días. Yo sé que en ese momento quizás ni sabía leer, pero mi madre me lo leyó y eso quizás me familiarizó con la lectura de periódicos ¿no?, es decir, que yo crecí leyendo periódicos aunque por personas interpuestas, en este caso, mi madre.

Momento de entrega del “Premio Taburiente” (Fundación del Diario de Avisos) al periodista Juan Cruz Ruíz, Octubre 2017

Momento de entrega del “Premio Taburiente” (Fundación del Diario de Avisos) al periodista Juan Cruz Ruíz, Octubre 2017

¡Pues, un aplauso a la Señora que hizo tan bien en comunicarte, en transmitirte! y de ahí, esa retroalimentación, esa evolución que se forjó en la Universidad de La Laguna, Licenciado en periodismo después trabajaste en diarios locales como La Tarde y El Día. Pero, fue en el 76 cuando fuiste uno de los fundadores del Diario El País, ahí es nada…

¡Así es!

Y también fuiste Jefe de cultura y opinión…

Sí, y luego trabajé de Director de la Editorial Alfaguara.

Sí, seis años del 92 al 98, cierto, cierto.

Y luego, volví al periódico en el año 2005, ya yo tenía bastantes años porque nací en el 48, pero cuando llegué aquí pensé que no tenía esa edad, de modo que ahora que han pasado algunos años de ese momento, 11 o 12 años, me di cuenta de que había renacido como periodista. Ahora, supongo que me tendré que reinventar de nuevo.

“Respiré periodismo muy pronto, yo crecí leyendo periódicos aunque por personas interpuestas, en este caso, mi madre”

Bonito pensamiento, renacer como periodista…

Cuando falleció Johan Cruif, tardaste 1 minuto y 30 segundos en publicar tu nota de prensa. Según afirmó Jorge Hernández, poeta y editor mejicano, para ponderar esa rapidez de alguien dijo: “Sabe escribir con la adrenalina del instante, antes de que caduque el hecho”. De hecho, él todavía estaba pensando ¿Johan es con o sin h? y tú ya tenías la nota hecha, y decía ¡pero bueno! ¿esto qué es?

Mira, él vivió mucho tiempo en España, ahora vive otra vez aquí y eso, le ha hecho un exagerado. Los mejicanos son muy exagerados y los españoles somos más exagerados, así que ¡no le hagas ni caso a lo que él dice!.

Bueno, yo voy a hacerle caso a Juan Cruz, discúlpanos Jorge Hernández si nos estás siguiendo a través de los medios telemáticos… pero, nobleza y la tierra tiran, te haré caso a ti.

“Cuando yo escribo primero que nada me viene el título y si el título viene, ya viene el sentido e incluso el ritmo”
Live Diferent
Bueno, hay una cosa que es cierta, yo escribo con mucha rapidez por la facilidad con la que manejo la memoria, es decir, me acuerdo de muchas cosas y relaciono unas cosas con otras ¿no? y entonces muchas veces, escribo mentalmente mientras camino; de modo que ese día, cuando falleció Cruif, yo estaba tomando algo en una cafetería de Madrid con José Luis Fajardo, el gran pintor tinerfeño y yo le dije: “Mira, me tengo que ir” porque eso si lo tenía claro, yo tenía que ir a casa enseguida a escribir, pasara lo que pasara, y cuando llegué a casa ya yo tenía el artículo escrito en mi mente y bueno, esta es la razón por la que la gente cree que yo soy rápido, yo no soy rápido, lo que ocurre es que lo hago rápidamente.

Porque la inspiración, intuyo que te encuentra, que no la buscas, son esos momentos esos flashes que dicen, me surge una idea, a anotarla rápido antes de que se me vaya y la pierda.

Bueno, generalmente cuando yo escribo primero que nada me viene el título y si el título viene, ya viene el sentido e incluso el ritmo. De hecho, anteayer por ejemplo, escribí un artículo sobre Vázquez Montalbán (que éste sí que escribía rápido y con sentido) pero cuando iba a escribir escribir el artículo que lo escribí muy temprano por la mañana, el Domingo último, me vino a la cabeza el título, él hacía muchos seudónimos, entonces, se me ocurrió: Manolo Primero” El inmortal” pero mientras lo escribía, me vino uno (porque ahora van a hacer la continuación de su personaje principal “Carballo”) y a mí no me parece buena idea, aunque después pueda resultar una buena idea pero así, de principio, me ha molestado la idea, le titulé: Manolo Primero “El irrepetible“ .Creo que es un escritor irrepetible, otra cosa ya es que el autor al que se ha encargado esa secuela lo haga muy bien, que ojalá lo haga muy bien…

Pero sí, se me ocurre el título y se me ocurren las primeras frases. Hay en El País un reportaje que hice para la última página sobre un Señor, un orfebre argentino que se llama Juan Carlos Pallarol que hace rosas con balas de la Guerra Civil Española y La Guerra de Las Malvinas, para reclamar la paz en el mundo.

¡Qué bonito! sacar de una bala, crear de algo cuya finalidad es la de matar, las balas no se utilizan para dar besos… y convertir eso en expresión artística, en belleza, es impresionante.

Y entonces, se me ocurrió el título “Las balas hacen rosas” y a partir de ahí, ya tú tienes el ritmo; ahora, tienes que tener información. Si tienes ritmo y tienes música y no tienes información, estás engañando a la gente.

Y la gente no es tonta, como la policía ¿no? o le puedes engañar a lo mejor una vez en el primer artículo pero ya vistos varios, dicen ¡buff! …

Yo creo que el lector exige mucho y nosotros debemos entender que esa exigencia es legítima.

Y bueno, para ser profesionales y autocríticos, me parece genial que la gente conozca se pondere y exija, si no, seríamos mediocres.

¡Hombre claro! si no, el periodismo no existiría.

“Yo creo que el lector exige mucho y nosotros debemos entender que esa exigencia es legítima”

El periodismo ¿sigue siendo una armonía? ¿sigue siendo la profesión más bonita del mundo o ya, cambiamos de opinión, Juan?

Bueno, yo he vivido mucho en los últimos tiempos con médicos, con enfermeras o enfermeros. Creo que la profesión más grande del mundo es la de curar… ¡nosotros somos a la luz de eso, nada!.

“Creo que la profesión más importante del mundo es la de curar, nosotros, a la luz de eso, somos nada”

En una entrevista que realicé al Doctor Pablo Furelos, referente a nivel mundial en cirugía maxilofacial y cráneofacial (muy modesto también) y él decía: “Pues mira, yo simplemente soy un artesano y nosotros no salvamos vidas, sino simplemente curamos, porque la muerte nos va a pillar a todos en algún momento”.

Pero sí que es verdad que hay “almas vacías” y considero, que los artículos bien redactados como los tuyos, las novelas y demás, curan en cierta manera esa carencia y salvan almas muchas veces, eas una manera metafórica de llenar vacíos y de dar también luz muchas veces, mediante la palabra escrita, ese poder….

¡Pero nada!, ¡nada Mónica! ¡nada, es comparable a curar el dolor, a calmar el dolor!, (afirma sentidamente el autor)

¡Por supuesto, les aplaudimos, aplaudimos su labor! (asiento reflexiva y convencidamente)

Es mi homenaje a los médicos, dos jóvenes médicos del Hospital General Universitario de Tenerife que se llaman Reme y Melania, a las que he visto trabajar y a las que he visto como miran a los enfermos y creo que esa mirada vale su peso en hora y no pesa, sino que acaricia.

Los periodistas no debemos ser engreídos, los periodistas somos servidores de la realidad, contamos lo que debemos contar y lo debemos contar bien. Esta mañana, le decía yo a Alfredo Pérez Rubalcaba que vino a visitarnos aquí al periódico que cuando nosotros perdemos o damos mal un dato, ya el resto, aunque escribas una obra de arte, no te lo creen y en eso se parece el periodismo a la cirugía, no puedes meter mal un dato y sobre todo, no lo puedes hacer adrede, para quedar bien con la audiencia, para hacerle gracia a tus amigos, para mentir.

Eres entonces un periodista objetivo que contrasta e informado.

Bueno, eso trato de hacer y eso trato cuando me toca, de informar. Lo que procuro y digo siempre es que no se pueden utilizar los medios para expresar nuestra frustración o nuestro mal humor, nosotros somos servidores de lo que le pasa a los otros, nosotros no somos más que vehículos de lo que ocurre, te tiene que morder ¿yo qué sé? una monja, para que tú seas noticia.

Esperemos que las monjas o los curas que no nos muerdan….

Toda la vida preguntando… Has entrevistado a Neruda, Mario Benedetti, Humberto Eco, García Márquez, Cela ¿qué personaje o personajes te han hecho disfrutar más de este trabajo?

Me gustó mucho conocer a Borges y hablar con él.

Y… ¿darle de comer?

Y darle de comer (afirma entre risas)

Porque has dado de comer a Borges y “has adormecido” o velado el sueño del fallecido Cela, aquí en Tenerife.

Sí, sí, cosas que le ocurren a uno… pero Borges fue el más simpático de todos, junto con Onetti, el más extraño Bergman y el más duro Bacon.

¡Qué gran oportunidad poder conocer, acompañar y entrevistar a estos grandes y suerte la mía de poder entrevistarte a ti! Como se dice en el argot de la tauromaquia ¡Maestro!

“El sol que reinó desde mi infancia me privó de todo resentimiento” está muy bien esa frase, si tú te sabes esa frase, si la dices, pero luego “eres un hijo de puta” pues, no sirve para nada.
Yo te voy a contar una anécdota que contaba siempre Jesús de La Serna, que fue compañero mío y maestro aquí en el periódico. Dos periodistas se llevaban muy mal, trabajaban ambos en informaciones, el periódico de Jesús de La Serna. Entonces, uno de ellos, para limar asperezas le gritó desde su asiento: ¡Buenos días, maestro! Y el otro, le dijo: ¡Más maestro serás tú! o sea, que depende de como se diga, maestro, se dice tanto que llega a ser un tópico. Ayer, cuando tenía que escribir este artículo, tenía que saber cómo empezar nosotros somos como decía ese doctor, artesanos, vamos a tener un oficio. El periodista no es un hombre que se enfrente a la información para enseñar, ni para adoctrinar sino para contar y para contar lo que pasa. La definición más hermosa de periodista se la escuché a un gran periodista italiano Eugenio Escálfano, que decía: “Periodista, es gente que le dice a la gente, lo que le pasa a la gente” eso, es para mí lo esencial ¿no? lo que pasa es que eso que parece que ya está aprendido y que nosotros no vamos a tener ninguna duda al llevarlo a cabo, eso tiene que ser ejercido cada día, no vale que tú estés pregonando esto como un papagayo, luego, lo tienes que hacer, lo tienes que cumplir. Hay una frase de Albert Camí que a mi me gusta mucho, que dice :“El sol que reinó desde mi infancia me privó de todo resentimiento” ahora bien, está muy bien esa frase, ahora bien, si tú te sabes esa frase, si la dices, pero luego “eres un hijo de puta” pues, no sirve para nada.

Momento distendido junto al periodista y escritor, durante la celebración del “Arona de las artes y las letras”, Arona (Tenerife)

Momento distendido junto al periodista y escritor, durante la celebración del “Arona de las artes y las letras”, Arona (Tenerife)

Eso es como las personas que van a misa y se exculpan, se flagelan, encienden una velita y luego, están saliendo de misa y ya están criticando, malmetiendo y demás en fin, no sé, la hipocresía… está muy bien ir a misa, pero también hay que practicar con el ejemplo ¿no? Describe Vargas Llosa en el prólooo de “Toda la vida preguntando” que tienes la cualidad de hacer sentir cómodos a las personas que entrevistas, como si fuera un diálogo con un amigo ¿sientes esa cercanía con los entrevistados?.

“Un periodista tiene que preguntar en nombre del público y el público no tiene mala cara”.

Yo siento esa obligación de mostrarla ¿no? porque cuando alguien se sienta delante de ti habiendo adquirido el compromiso de contarte la vida, tú tienes que respetar todo lo que dice, tú no vas a agredirlo. Ahora “está en voga” en el periodismo que hay que gritarles verdades como puños a los entrevistados, se puede obtener mucho más simplemente haciéndoles preguntas.

Saber preguntar, también es un arte.

Saber preguntar es recitar lo que el otro te vaya a decir. El otro día observé en el Parlamento que Pablo Iglesias, el líder de Podemos, le preguntaba a María Dolores de Cospedal de tal manera que era evidente que él no se iba a creer la respuesta y días antes, escuché a Ana Pastor en “La Sexta” con una actitud en el rostro que a mi entender no se corresponde con la actitud que a mi juicio, debe tener un periodista. Un periodista tiene que preguntar en nombre del público y el público, no tiene mala cara.

Juan Cruz encarna la siguiente frase:”Puede que escribas mejor que yo, pero no más rápido y puede que escribas más rápido que yo, pero no mejor”

(Jorge Hernández)

Muy buena reflexión. Juan, perseverante en el trabajo, tomándote en serio el oficio y eso, se nota. Digamos que son tus virtudes, pero también hay defectos como todos y llegas a afirmar que convertir esas virtudes en la pesadez, la redundancia, son tus defectos .¿Podrías ser tan amable de compartir aquella anécdota de este periodista muy bueno del periódico El País, Director adjunto cuando tú eras Jefe de sección y que encargaba una cosa y la hacía el mismo? ¿recuerdas?

Yo creo que ese era yo, seguramente era yo, porque Augusto der Cader me dijo: “Mira Juan, no lo hagas tú, cuando encargues una cosa, que la haga el otro, tú métete las manos en los huevos”. Ahora, tú antes me hablabas de un exagerado que decía que yo escribía con gran rapidez, ahora te ruego que hables con él y le digas si él me ha visto alguna vez escribir un artículo en minuto y medio, te lo voy a pasar.

¿Dígame? (pregunta Jorge Hernández al teléfono)

¡Ay, Dios mío! (exclamo con gran sorpresa)

¡Hola! ¡hola!, yo soy Jorge Hernández.

¡Hola! ¡hola! ¡un placer! soy Mónica Jorge, compartimos nombre con apellido… ¿Es cierto lo que dicen esas lenguas de que en minuto y veinte segundos, mientras tú…?

No hay nadie que cumpla mejor la máxima de A. J. Liplin, Juan Cruz encarna la siguiente frase: ”Puede que escribas mejor que yo, pero no más rápido que yo, y puede que escribas más rápido que yo, pero no mejor”, ¿te parece bien?.

Me parece…

A mí me consta, yo traigo siempre un cronómetro en la mano… bueno, ¡un abrazo!

¡Un fuerte abrazo y gracias por tu intervención Jorge!.

Es que entraba por mi puerta, no es que yo lo preparara, esto es el periodismo (señala Juan)

Pues ¡muchas gracias!, esta ha sido una gratísima sorpresa, con perdón, se me ha caído el palo del sombrajo.

Pues nada, espero que no sea literal…(ríe el autor)

Muchísimas gracias Juan y enhorabuena por tus merecidos reconocimientos y premios.

Muy bien, ! un beso!

Mónica Jorge


Periodista. Formadora en HHSS, Oratoria y Ventas. Residente en Tenerife.

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