De Fuentes de abasto a fuentes de recursos. Fuentes de la Negra y de la Hiedra en Garafía

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De Fuentes de abasto a fuentes de recursos
Fuentes de la Negra y de la Hiedra en Garafía

Celestino Hernández Sánchez

Al noroeste de la isla de La Palma, la Villa de Garafía se nos aparece, en cualquier estación del año, con una naturaleza poderosa, que siempre nos sorprende, incluso a los que ya la hemos recorrido y reconocido. Es, sin duda, uno de sus principales atractivos, sino el principal, tanto que hoy se presenta como uno de los pocos lugares, en Canarias, en los que poderse encontrarse a uno mismo en contacto pleno con la naturaleza.

Son tantos los lugares, los paisajes distintos, en las zonas costeras como en la zona del monte, que hemos elegido el acercarnos a ellos, bien para recordar momentos anteriores, bien incluso, en mi caso, para descubrirlos. Entre estos lugares, paisajes, sitios singulares, hemos prestado atención a las Fuentes o Nacientes, que en la Villa de Garafía siguen siendo abundantes.

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No es ningún secreto que a Garafía se le señala como el municipio, de la isla de La Palma, que cuenta con más recursos de agua potable, junto con el vecino municipio de Barlovento. Y decir esto, en La Palma, que para los canarios es prácticamente sinónimo de la isla del agua, acaba siendo el hablar de una riqueza natural de primer orden. Y así lo fue, y hasta lo sigue siendo, de algún modo, a través de las galerías que se han perforado en su territorio. El destino ha marcado, sin embargo, que el transcurso del tiempo convierta este recurso, imprescindible para la agricultura, sobre todo para una agricultura intensiva como la platanera, en una riqueza para otros municipios, como Los Llanos de Aridane, e incluso parte de Tijarafe, y no para los habitantes del municipio, en el que aflora el agua. Los garafianos ven pasar por su territorio, desde hace demasiado tiempo, las tuberías, de varios calibres, e incluso el canal, trasladando el agua de sus galerías y nacientes, camino de otros municipios, para su enriquecimiento, sin que apenas migajas queden para los propios del lugar.

Volviendo al motivo principal del presente texto, en mi cita veraniega anual con Garafía, tuve la suerte de acercarme a dos de las fuentes o nacientes más nombrados, y diría que hasta afamados, por todo lo que aportaron en épocas pasadas, la Fuente La Negra, o de la negra, y la Fuente La Hiedra, o de la hiedra. Ambas se encuentran en la zona alta de Garafía, en las cercanías del barrio de Llano Negro, o del negro, la primera de ellas en la parte baja, en el camino que viene desde Cueva de Agua. En el segundo caso, la Hiedra, la encontraremos en una pista que surge desde la carretera general, que va de Santo Domingo a Llano Negro, en unas llanadas antes de llegar a este barrio, desviándonos a la izquierda, subiendo. Esta pista, que con un primer tramo de asfaltado, nos conducirá, además de a la fuente La Hiedra, hasta el singular paisaje del llano de San Antonio del Monte, como allí se le conoce, en el que cada 13 de junio tiene lugar una de las ferias de ganado más destacadas, y de un sabor más auténtico, de las que se celebran en Canarias.

- El encuentro con estas fuentes o nacientes, esta vez las Fuentes La Negra y La Hiedra, puedo asegurarles que resulta altamente gratificante. Las fotos que tomamos de estos lugares, aunque no reflejan fielmente la belleza de su naturaleza, dan una idea de lo que vamos a encontrarnos. -

En estos casos, además, aún siendo aconsejable que nos acerquemos a través de una caminata, lo podemos hacer también desde un vehículo, que podemos dejar muy cerca de las fuentes, y realizar una pequeña caminata.

Nos vemos en la obligación, sin embargo, en realizar una llamada de atención, pues en las dos fuentes que visitamos, La Negra y La Hiedra, el estado de conservación de las mismas no era precisamente el deseable. Incluso debemos indicar que si no hubiese ido acompañado, en la primera de las fuentes, por mi guía Máximo, que a sus más de setenta años, de vuelta a su Garafía natal, después de más de treinta años en Venezuela, no habría dado con el punto exacto en el que se encuentra la Fuente La Negra. En ambos casos, el acceso a las fuentes no es el más adecuado, con claras dificultades en el de la Fuente la Hiedra. A ello habría que unir el acondicionamiento de algunos elementos, aportados por la población, como cañerías, depósitos, dornajos o abrevaderos, que ayudarían a una mejor presentación de estos espacios, y a una referencia más completa del papel destacado, que cumplieron en su momento. Es suficiente con preguntar a algunos mayores del pueblo por el “famoso año de la seca”, a finales de los años cuarenta del siglo pasado, aún muy presente en la memoria, por haber puesto la supervivencia de personas y animales al borde del abismo. Fueron precisamente fuentes como las de La Negra y La Hiedra las que salvarían, literalmente, de la inanición a los garafianos y a sus animales, recurso fundamental para su economía.

Estas son acciones que están al alcance de nuestras manos, y de los recursos, que sabemos son escasos, pero que se pueden poner desde el ámbito municipal. Por otra parte, tampoco está de más ir resolviendo lo que se pueda, desde el ámbito local, sin dejar de reivindicar los apoyos necesarios a la administración insular, demandarlos y exigirlos, como a la administración autonómica y estatal. En alguna nueva ocasión nos ocuparemos de las atenciones que debe prestar, y no presta, el Cabildo Insular, como gobierno que es, en el caso de la isla de La Palma, de catorce municipios, y no de uno solamente, aunque sea en ese en el que tiene su sede, y sea el que ostenta la capitalidad insular. Quienes gobiernan un cabildo insular no debieran olvidar nunca, que lo gobiernan porque han sido elegidos por los ciudadanos de todos los municipios de esa isla, y que pueden ser incluso la mayoría del censo, como lo son en el caso palmero, frente a los censados en la ciudad sede de la institución insular.

Lugares como la Fuente La Negra y la Fuente La Hiedra estamos convencidos que pueden pasar de ser fuentes de abasto, que prestaron un servicio fundamental a la población, en otras épocas, a fuentes de recursos, que ayuden económicamente a la población actual. Estas fuentes tienen un atractivo innegable, sobre todo para potenciales visitantes de estos lugares, que entre todos ayudaríamos a divulgar. La naturaleza que acompaña el entorno de las fuentes ya es un atractivo, por sí mismas. Hacer una limpieza del entorno, conservar los elementos relacionados con el agua, y disponer algunos elementos nuevos, que puedan facilitar un descanso o un rato de asueto, como una comida o una merienda, consideramos que ayudarían a dar un cierto empuje a los recursos, que Garafía potencialmente tiene, pero que necesita desarrollar.

Director del Museo de Arte Contemporáneo Eduardo Westerdahl MACEW, y Vice Presidente de Arte del Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias IEHC, en Puerto de la Cruz.

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